EL SIGNIFICADO DE
LAS PALABRAS
En nuestro caso, no nos
gusta la palabra clausura... su sentido genuino es “cerrar con llave”, asegurar
que nadie pueda entrar, o bien, que no se permita la salida.
Nuestra asamblea provincial,
queremos creerlo así, ha salido a la calle; 114 asambleístas recopilaron
papeles y más papeles, ricos en palabras, pero, sobre todo, llenos de vida,
pasada, presente y futura.
Vida pasada, en cuanto se
nos llamó a revisar, valorar y alegrarnos de todo aquello en que, con la gracia
de Dios, hemos avanzado. Vida presente porque en cada momento de la Asamblea
estábamos contrastando nuestro estado anímico respecto a tantos interrogantes…
Y, sin duda, mirando al futuro; ese futuro de la Compañía, que apenas es
nuestro, pero del que somos responsables.
Por todo aquello que hemos recibido como don, desde la última Asamblea General, y que recogimos en nuestro Proyecto Provincial y Proyectos Comunitarios, hemos alzado las manos dando gracias a Dios porque la Asamblea ha sido trabajo y plegaria. Para el camino que queda por recorrer, hemos pedido al Señor que nos dé la audacia necesaria; ¡hay tanto campo misionero por labrar!
No hemos dudado nunca de
la presencia del Señor “ocupando el centro de nuestras reuniones” Por eso, las
mínimas divergencias en cualquiera de los documentos, no han roto la
fraternidad, porque, en el fondo, todas buscamos lo mejor para la Provincia y
para la Compañía.
No, nuestra Asamblea,
lejos de quedar clausurada, sigue su camino hacia la Asamblea General. Nuestro
granito de arena aportará la novedad de lo viejo, con ganas de seguir mejorando
la heredad que tenemos en posesión desde hace 380 años.
La Asamblea Provincial no
ha pasado en vano… Dios, como hizo con María, ha mirado nuestra pequeñez… Con
Ella, como única Madre y abiertas al Espíritu, hemos podido cantar el
magníficat el día 11 de agosto de 2014.
Hemos regresado a nuestras
Comunidades con la alegría de haber compartido y, ¡cómo no!, haciendo nuestras
las palabras de Sor Eduarda con las que agradecía a todos los grupos el que nos
hicieran fácil la tarea, los momentos de plegaria y los ratos de asueto.
GRACIAS.