martes, 5 de agosto de 2014

ESCLAT DEL SEU AMOR LA LLUM PRIMERA


Solemos decir que “después de la tormenta llega la calma”. Nuca mejor dicho en el comienzo de nuestra Asamblea. Al caer la tarde del día dos, nos sorprendía una tormenta con todos los sus elementos activos: rayos, estallidos sonoros y agua “a cántaros”.
No así, el amanecer del día tres. María Reina veía la luz primera, con la alegría de quien recibe un mensaje de Dios. Era domingo, el día del Señor. Las Laudes tenían un matiz diferente…; comenzaba una jornada de reflexión en la que el silencio, clima de Dios, dispondría nuestros corazones para sintonizar con la llama que Cristo vino a encender poniendo claridad en nuestras vidas.


“Obrim els nostres ulls, és Ell qui pasa,Obrim els nostres cors, és Ell qui ens crida”


Ese himno mañanero de laudes tenía todos los ingredientes para caldear los ánimos; sugerente y provocador se adentraba por los entresijos del alma para recordarnos que en cada Asamblea “és Ell qui passa”; y que cuando se hace presente, renace la esperanza.
Con el salmo 117 dábamos gracias a Dios porque es bueno, porque es eterna su misericordia; también el salmo 150 nos invitaba a utilizar todos los instrumentos posibles y las danzas mejor acompasadas  para acompañar las alabanzas al Señor.
Y el silencio se hizo; se apreciaba el clima de Dios. Las Hermanas buscaban no sólo la luz primera; también la del mediodía y aquella que, tímidamente se esconde al atardecer, para dejar paso a la eterna luz que no tiene ocaso: Jesucristo.
 


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