martes, 5 de agosto de 2014

GRACIAS MADRE POR TU PRESENCIA

Amo a la Compañía

Gracias Madre. Bienvenida a nuestra Asamblea. Tu presencia es necesaria por si en algún momento nos falta el vino.  Recuerda que hace 184 años nos dijiste aquellas palabras entrañables: “Amo a la Compañía” No puedes volverte atrás…! Hoy como ayer, nos encuentras atareadas en el servicio de tus hijos, los pobres; hoy, como ayer, nos ponemos el delantal de sirvientas, que siempre nos cae bien; hoy más que ayer, corremos afanosas como quien va a apagar un fuego, o mejor, corremos algo menos… Hoy más que ayer, nos envolvemos en papeles de colores para ir llenándolos de frases bonitas y las que queremos dar sentido. ¡Ya ves! 
Un día y otro y otro…, nos conviene que te quedes porque sabemos que has de decirnos algo más… la Madre siempre habla mucho, a sabiendas de  que los hijos oyen algo así como la mitad… Sabemos que hablaste largo y tendido con Catalina el 19 de julio de 1830.  Esa Compañía a la que amas le faltaban ajustes en aspectos fundamentales. Seguro que aquellas Hermanas se habían despistado, como nos pasa a nosotras.
¡Como nos pasa a nosotras, claro! Estamos en ello, Madre. Hemos avanzado en muchas cosas y ahora se nos pide que “nos mojemos”, que seamos audaces, que reconsideremos nuestro sentido misionero, que busquemos el relevo porque tu Compañía no debe morir…
Hoy, por ser un día dedicado a ti, hemos trabajado mucho y al final, te sentíamos cercana aplaudiendo con nosotras el éxito de los papeles amarillos… Gracias por tu aplauso.
Nos vamos a dormir pero antes queremos decirte: 

Sou en l’esperit font clara,
Lloem amb vos Crist i el Pare. 
Amen


1 comentario:

  1. ¡Animo, que ante Dios los ruegos de los Santos son ruegos de amigos, pero los ruegos de María son ruegos de Madre!!!

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